4 de enero de 2012

Jueves Ecológico.

Durante el año 2011 comencé un proyecto personal al cual lo llame "Jueves Ecológico". Éste consistía en una rutina que llevó un poco más de treinta semanas. Todos los jueves acompañada de un cartel que decía "NO CONTAMINE, utilice los tachos de basura, un cambio de actitud hace la diferencia, por un mundo mejor", unos guantes de látex y una bolsa de consorcio juntaba la basura que las personas decidían arrojar al suelo o a las vías del tren.
 Se me ocurrió hacer este proyecto porque estaba ya muy indignada por la actitud de las personas con las cuales hoy en día nos toca compartir el mismo mundo. Los primeros jueves eran recolecciones de basura algo precarias comparadas con los siguientes. Llegaba a juntar solamente una bolsa de supermercado, porque empecé juntando la basura de una calle comercial ubicada en Bernal Centro llamada "9 de Julio". Es impresionante la cantidad de papeles o colillas de cigarrillos que las personas arrojan a la vía pública sin pensar en el mundo. El tiempo no era suficiente ya que por cada paso tenía que agacharme nuevamente a juntar otro residuo o al encontrarme con los maseteros, donde están los arboles quedarme un buen rato juntando las abundantes colillas que terminan ahí, como si un árbol necesitara de nicotina para nutrirse y crecer.
 Los siguientes jueves, ya de hecho la mayoría, decidí ir a un lugar donde cada día se podía encontrar más residuos y nadie hacía nada el respecto (no como una calle comercial que dentro de todo tiene mantenimiento), desde ese entonces, junté la basura de las vías del tren. Un basural debe ser algo semejante a todo lo que estaba en los costados o entre esas vías. He llegado a encontrar toda especie de objetos. También descubrí que a la gente que se le rompen algunas partes del auto, como el para golpes por ej. se les ocurre la gran idea de tirarlo en el costado de la vía, o a las personas que les queda lejos un contenedor de basura, tiran las bolsas de sus casas en las vías. En fin, la rutina era siempre la misma, con los guantes de latex y el cartel me dirigia a una plaza en frente de las vías, agarraba una bolsa de consorcio de un tamaño grande (de esta manera estaba reciclando la bolsa, ya que le daba otro uso, además de ser en donde las personas de la plaza tiran los residuos) y me dirigía hacia las vías, en donde llenaba hasta el tope la bolsa con los residuos encontrados en las vías del tren.
 Es verdad que aunque yo hoy junte la basura, mañana voy a encontrar nueva basura en el mismo lugar, lamentablemente la sociedad carece de suficiente conciencia ambiental como para dejar de hacerlo, pero sin embargo, vi el avance, hubo jueves que no encontré más residuos por juntar, cada vez había menos y menos residuos, aunque siempre se fue agregando un poco más, pude comprobar que era más todavía la basura que yo sacaba de las vías, que la que la gente tiraba.
 Se que me resulto un gran esfuerzo y los jueves terminaban siendo agotadores, pero todo tiene un motivo. A mi me parece que el mundo nos dio todo. Gracias a él hoy en día sobrevivimos, respiramos, consumimos alimentos, bebemos el poco agua no contaminada que queda. Todos nuestros recursos los obtenemos gracias a las materias primas que él nos ofrece. Gracias al mundo podemos apreciar la pura belleza que nos pueden ofrecer la gran variedad de paisajes naturales que se encuentran en este maravilloso planeta Tierra. No se merece que lo matemos, estamos matando a quien nos dio todo. Y obviamente, un mundo no contaminado es utopía, es imposible lograr que el mundo deje de estar contaminado, pero si es posible que nosotros contaminemos menos. Y esa solución yo la resumo en una frase, "Un cambio de actitud hace la diferencia". Si cambiamos esa actitud de "un papel más, un papel menos, es lo mismo" podríamos ayudar al mundo. Si cambia, y te lo puedo confirmar, cada acto, cada ocasión en la cual tengas la oportunidad de contaminar y no lo hagas, cambia y mucho.
 Además de ayudar al mundo, me pude beneficiar yo misma de este proyecto. Es hermosa la sensación de saber que ayudé al mundo, que hice algo para que esté mejor, me hace bien saberlo.




Me gustaría poder dejarte un mensaje, que sepas que aunque no todos ayudan y se preocupan por el mundo, hay gente que sí lo hace, y que vos también seas uno de esos. No te pido que vengas conmigo a la vía y pases horas juntando basura, sólo te pido que cuando tengas la opción de tirar un residuo o no, al piso, lo pienses dos veces, pienses en no perjudicar al mundo y te lo metas en el bolsillo y cuando estés al lado de un tacho de basura, tirarlo ahí, donde todos lo tendrían que tirar. Y te aseguro que habrás ayudado al mundo.








Magdalena.

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